Son muchas las personas en todo el mundo que realizan ayunos intermitentes durante unas horas antes de volver a comer de forma regular. Si bien puede resultar positivo para algunos, es malo para quienes no lo necesitan debido a las consecuencias que produce.
Por ello, si vas a realizar ayunos intermitentes debes asegurarte que, por ejemplo, durante dicho lapso no practiques deportes o actividad física que te generen un importante gasto calórico. Justamente por ello, los expertos no lo recomiendan para quienes se encuentran sanos.
Por esta razón, y teniendo en cuenta que hay diferentes tareas que requieren de una buena alimentación previa, si vas a realizar ayunos intermitentes debes tener en cuenta algunos consejos.
Define el horario de ayuno intermitente según tu necesidad
Lo más frecuente es realizar gran parte del ayuno intermitente mientras se duerme durante las horas de la noche; es decir, terminar de cenar alrededor de las 22 y desayunar a las 10 am del día siguiente.
La ventaja de este lapso es que casi no sientes hambre ya que gran parte de esas 12 horas permaneces acostado durmiendo y con muy poco gasto calórico. Por su parte, la desventaja es que tardas más en digerir el último alimento y, además, no perderás peso al menos en el corto plazo.
Cabe destacar que, si haces este ayuno entre las 10 y las 16, sentirás más rápido el hambre y, si te mueves y desarrollas actividades, tu cuerpo convierte tus reservas de grasas en energías. Así, adelgazarás más rápido y evidenciarás mayor agilidad y un mejor estado físico, entre otras.
Establece los días de ayuno intermitente
Ante la imposibilidad de llevarlo adelante todos los días, no sirve tanto realizar ayuno intermitente un martes y miércoles o jueves y sábado como tampoco ir modificando los días todas las semanas.
Por esta razón, lo más recomendable es que establezcas una suerte de rutina de ayuno intermitente y que cumplas a rajatabla los días y horarios establecidos; por ejemplo, martes y viernes de 13 a 20 horas.
Esto último te permitirá organizarte mucho mejor y dejar que tu cuerpo y tu mente se acostumbren a ello, lo que te inhibirá –en esos días y lapsos- del sentimiento de hambre o ansiedad por comer.
Evitar determinados alimentos durante el ayuno intermitente
El ayuno intermitente no consta únicamente de no comer durante ciertos días en determinados horarios; se trata de acompañar dicha acción con hábitos que posibiliten evidenciar sus beneficios en el corto o mediano plazo.
Por ejemplo, si un día vas a hacer este tipo de ayuno no debes comer en las horas previas y posteriores alimentos sólidos o que tarden mucho tiempo en digerirse. Si haces esto, tu cuerpo utilizará siempre lo sólido como fuente de energía calórica en lugar de tu grasa corporal. En consecuencia, no bajarás de peso ni tampoco lo descomprimirás de otras funciones.
Complementa el ayuno con agua y té
Si decides hacer un ayuno intermitente de 24 horas (entre un desayuno y otro o entre almuerzos o cenas) no debes comer, pero sí puedes beber agua, té o cualquier bebida que carezca de calorías.
No obstante, las bebidas que consumas durante el ayuno intermitente tampoco deben contener propiedades dañinas o que producen alguna consecuencia directa en la digestión; por ejemplo, la coca cola light, cuyos ingredientes o agregados generan efectos en el cuerpo y en su metabolismo.
Un ayuno intermitente de 24 horas, más conocido como Eat-Stop-Eat, resulta complejo de tolerar. Por ello tienes que administrar y distribuir bien las cantidades de líquido que vas a ingerir; por ejemplo, 250 ml de agua por hora para llegar a un total de 6 litros en 24 horas en lugar de beber tres en las últimas dos horas.
Razones para hacer ayuno intermitente
Pese a los beneficios que posee, el ayuno intermitente es muy útil únicamente si cuentas con motivos para hacerlo; es decir, si no padeces retención de líquido o necesidad de bajar de peso carece de sentido que tomes el compromiso de practicarlo cada semana.
En este contexto, hay al menos cuatro razones por las que diferentes personas (cualquiera sea su rutina o actividad diaria) deciden comenzar con el ayuno intermitente.
Controlar el apetito
Si bien al principio cuesta implementarlo, a mediano y largo plazo el ayuno intermitente permite controlar el apetito y evitar que este aparezca en momentos en los que no es recomendable comer (por ejemplo, antes de acostarse o irse a dormir).
Esto se debe a que el ayuno intermitente contribuye a regular la grelina, más conocida como la hormona del hambre, y la leptina, que es la principal responsable de indicar a la mente de la persona que esta se encuentra saciada.
No comer porque sí
En reiteradas ocasiones, las personas tienden a comer pese a no sentir hambre; lo hacen por ansiedad, nervios o para contrarrestar sensaciones negativas, entre otras, lo que, si bien no implica un daño severo para el cuerpo, es algo que se debe evitar.
Esto último se logra, justamente, a través del ayuno intermitente, el cual aleja el hambre en situaciones anormales y ayuda a solucionar dicho inconveniente de un modo más saludable; se trata de lograr una relación mucho más sana entre la persona y la comida.
Tener más energía interna
Aunque parezca mentira y hasta cueste sentirlo, cuando una persona se encuentra en ayuno intermitente está mejor alimentada. Concretamente, está más activa si tiene hambre y, una vez que comió, tiende a estar sedentario.
Más allá de todo, quienes deciden comenzar con el ayuno intermitente debe conocer sus beneficios o consecuencias e ir observando los resultados para determinar si tiene que continuarla o no.
Los ayunos intermitentes se desarrollan en casi todo el mundo y se frecuentan más en ciudades y personas con problemas de sobrepeso, que es el motivo más importante para implementarla. A su vez, suelen ser recomendadas por nutricionistas y expertos y nunca de manera eterna, sino durante un lapso de tiempo determinado.